Las palabras en la educación (Psicoanálisis y educación)
Por Ramses Moreno Trejo.
Se autoriza reproducción con crédito al autor
En algunas ocasiones aquellos que se encuentran envueltos en la educación se enfrentan a situaciones que salen de lo que podemos o que acostumbramos llamar “Razón”. Para esos momentos se tienen deferentes opciones en que apoyarse, una de ellas es reconocer, que en ese ámbito participa de alguna manera lo que llamamos inconsciente.
Retomando uno de los textos de Freud, que tiene como titulo “Lo Inconsciente”, nos encontramos con que se llega a emparentar lo inconsciente con las palabras, pero lo que pretendemos destacar es la idea de que una sola palabra puede tomar «… sobre sí la subrogación de una cadena íntegra de pensamientos.»1 Esto es posible gracias a las representaciones de cada sujeto, donde participa la experiencia y en este punto cabe la experiencia con los demás, situaciones o cualquier otra cosa. Esto va dejando marcas significativas y a su vez se van organizando para que en algunas ocasiones se llegue al punto donde una palabra condense varias representaciones y así signifique algo pero para otra persona, esa misma palabra, signifique algo diferente.
Si los que participan en el ámbito educativo tomaran en algunas ocasiones en cuenta esta posibilidad, estarían saliendo de la “costumbre” o acuerdo implícito de que las palabras “siempre” significan una sola cosa. Esto abriría opciones nuevas ante los retos que enfrentan día con día, ya que sería diferente la implementación de la escucha y la atención, ámbito que es parte de la base en que se construye eso que llamamos educación. Una manera de encontrar estas nuevas opciones sería que de manera lúdica se juegue con las palabras y los significados que comúnmente se considera que “deberían” tener. Algunos podrían ver una labor creativa, otros un ejercicio mental y otros un modo de ser sensibles ante las palabras que se usan, ya sea que se dirigen a otro o que de los otros se las dirigen a él o ella. Solo por reducirlo a 3 opciones. Tal vez otros vean algo que en estas líneas no se menciona y ya están entrando es la dinámica que se propone.
Anteriormente se proponía como se genera un ser-estar, un sujeto, por medio de las palabras y hacíamos notar como influye en el terreno de la relación de los hijos e hijas y el padre o madre. Ahora abordamos los efectos de las palabras en la educación y a los que ella implica. Ya que buena parte de lo que nos ayudaría a salir de esos momentos que están en el terreno de la Sin-Razón es a condición de saber escuchar, aplicándolo a la propia persona y a los demás.