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Por Ramses Moreno Trejo.
Se autoriza reproducción con crédito al autor

Los papás y las mamás se preguntan por la manera en que pueden ayudar a sus hijos ante la situación llamada “difícil”. Bien, ante esta cuestión es importante considerar que las palabras son la herramienta principal que tienen. Expliquemos a qué nos referimos.

Las palabras de las mamás proveen el material para que el más joven o recién nacido las tomén para construir lo que posteriormente sera su “ser-estar”, aunque no se trata de abordarlo desde la filosofía, si  se plantea como relativo a lo que su concepción de sí mismo le permite hacer.  De dónde sale el concepto que tenemos de nosotros mismos, surge de lo que se escucha que somos o de las palabras que usamos cuando tenemos ese dialogo interno, donde nos describimos.

Las palabras del papá, o de quien realice la función paterna, dan la opción de ordenar lo que se iba construyendo en base a las palabras usadas por la mamá. Por lo que se tiene una combinación entre las palabras de ellas con las de ellos.

Lo anterior tal vez no sería novedad, ya que comúnmente se escucha que los papás y las mamás tienen la culpa o la responsabilidad de las situaciones “difíciles” que tienen los hijos. Pero esta manera de ver las cosas no daría oportunidad de reconocer que los mas jóvenes o los recién nacidos tienen interés, anhelos o deseos. Con lo cual no se esta de acuerdo, ya que en la medida que reconocemos que ellos cuentan con estas cualidades tenemos la oportunidad de que asuman sus responsabilidades.

Por lo que el niño toma algo o la totalidad del material que ofrece la mamá y la organización que propone el papá se toma pero con la opción de ser revisada, cuestionada y modificada. En este ejercicio el hijo o hija estaría en condiciones de aceptar lo que papá y mamá ofrecen pero al mismo tiempo habría variantes, donde solo se acepta parcialmente lo que ellos ofrecen o incluso se llega a dar la oportunidad de contradecir o no tomar lo que se oferta.

Por lo cual el dicho del niño o niña si se escucha, antes que nada, y si se hace con atención se obtiene el indicio que se requiere para resolver la situación “difícil” que presenta. Las palabras serían las llaves que se requieren para abrir las diferentes puertas de esas soluciones que se requieren.

Acerca del autor. Psic. Ramses Moreno. Egresado de Maestría en Psicología Clínica por la Universidad Autonoma de Querétaro.

 


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